lunes, 18 de abril de 2016

Comercialización del pescado


Pescado: concepto que deriva del latín ''pistacus''. Se trata del nombre que recibe el pez que, una vez extraído de su hábitat (océano, río, lago...), puede convertirse en alimento para el ser humano. 

Suelen clasificarse como azules (los que tiene alto contenido en grasa, como caballas o sardinas) y blancos (de poca grasa, como abadejo y merluza).  

Pescado fresco: se entiende por pescado fresco, el que está sanitariamente apto para el consumo humano y que puede ser enfriado o refrigerado a una temperatura no menor a de 1ºC, o sea, a -1ºC, pero sin llegar a congelarlo sin agregado de sustancias conservadoras.
Debe de tener los ojos brillantes y vidriosos, el color de sus escamas debe ser reluciente, la textura de su carne dura al tacto, fijarse que en la piel no tenga heridas y su olor (que no sea muy fuerte). 



Los pescados que se venden en la mayoría de las pescaderías no son frescos, sino que pasan por un proceso de centralización desde Madrid y luego son distribuidos al resto de España, pocas pescaderías reciben pescado fresco todos los días. En las zonas de costa si es más fácil encontrar un pescado que sea del día, especialmente en el norte. La pescadería La Bahía de Madrid se caracteriza por recibir pescado fresco de los pequeños puertos españoles desde Mercamadrid y no de las piscifactorías.  

Pesc ado refrigerado: este método se basa en la disminución del desarrollo microbiano y de la actividad enzimática del pescado, mediante el empleo de bajas temperaturas. Hay dos métodos:
-         Agua de mar refrigerada: se introduce el pescado en un tanque con agua salada, que después se refrigera a una temperatura de 3 a 5 ºC. se puede usar agua de mar (tratada para eliminar la contaminación) o salmuera. Este método escaro debido a las temperaturas tan bajas que se emplean.  Se usa para pescados grandes y enteros.
Mecánica: se remueve el calor de un determinado espacio con el propósito de reducir y mantener la temperatura en un lugar cerrado, después de que se creó la atmósfera adecuada. Este método ejerce pocos efectos negativos sobre el sabor, la textura y el valor nutritivo siempre y cuando el almacenamiento no se mayor de 7 días a 0ºC y en caso de que la temperatura sea mayor a 0ºC no debe almacenarse más de dos días.

El pescado refrigerado es que más consumo tiene debido a que es el que se encuentra en las pescaderías de cualquier lugar, porque es una buena manera de mantener el pescado en unas óptimas condiciones cercanas a fresco.

Pescado congelado: procedimiento que se basa en la inhibición parcial o total de la acción perjudicial de los microorganismos y las enzimas; esencialmente es un tipo de deshidratación parcial y ligera en la que el agua se transforma en hielo. Es un método de conservación caro ya que se necesita emplear un equipo costoso, debido a que se requiere una temperatura de -18ºC.  

El pescado congelado el lugar más idóneo para adquirirlo son los supermercados debido a que poseen grandes cámaras de congelación, y tienen gran variedad de pescados congelados. 

Pescado conservado por calor -> Enlatado: método de conservación que se basa, en la inactivación de la actividad enzimática y microbiana por medio del calor, protegiendo al producto obtenido, del oxígeno y del ataque de microorganismos por medio de latas herméticamente cerradas. En el proceso del enlatado pretende un producto virtualmente estéril, para lograrlo es fundamental evitar que la materia prima tenga una carga microbiana inicial muy elevada. 

Podemos encontrarlo en tiendas y supermercados en la sección de conservas.


Pescado ahumado: se basa en dos fases: deshidratación y la deposición de humo sobre el músculo del pescado, que tienen efecto sobre los microorganismos. Obteniéndose al final una concentración de humedad aproximada del 40%. Dos métodos:
-         Ahumado en frío: se usan temperaturas que van desde 20-40ºC. Es un método muy tardado, implica curaciones que van desde dos días hasta semanas.
-          Ahumado en caliente: se utilizan temperaturas entre 45-110ºC. Este puede durar unas horas (4-12h), dependiendo del producto final que se quiera obtener. 

Se encuentra especialmente envasado al vacío en grandes superficies y pequeñas tiendas, se conserva en cámaras de frío disponibles para el consumidor.

Pescado deshidratado: es aquel pescado que sin salar se seca al sol y al aire sobre rejillas de madera en la playa o en casas de secado especiales. 
El secado es una de las técnicas de preservación de alimentos más antiguas, y el pescado seco se conserva comestible durante varios años. El método es barato y efectivo en climas adecuados y requiere poco trabajo, y el producto resultante es fácilmente transportable al mercado.

Lo podremos encontrar como cualquier otro pescado en pescaderías/supermercados. 


Salazón de pescado: primero se limpia el pescado, y se coloca una capa de sal marina de un centímetro aproximadamente de espesor en el fondo del recipiente. A continuación se coloca una capa de pescado y se cubre con otro centímetro de sal. Podemos colocar varias capas de sal y pescado, acabando con una capa de sal. Si colocamos peso sobre la última capa ayudaremos a que salga el agua del pescado. 

Al igual que el deshidratado abunda mucho en supermercados y también puede encontrarse en tiendas ‘’gourmet’’.


Derivados de la pesca (surimi): surimi à es un término japonés que significa músculo de pescado picado. Este producto es un concentrado de proteínas obtenido tradicionalmente a partir de carne de pescado. El surimi se emplea como materia prima para elaborar distintos productos de interés comercial como palitos de cangrejo, sucedáneos de angulas, gambas o colas de langosta. También existe el surimi de carne de cerdo, vacuno y pavo pero no tiene gran popularidad por el momento.


Un buen lugar para encontrar surimi es las grandes superficies comerciales ya que marcas como Pescanova y Krissia, poseen entre sus productos surimi en forma de palitos de cangrejo. 



NORMA GENERAL DE ETIQUETADO, PRESENTACIÓN Y PUBLICIDAD DE LOS PRODUCTOS ALIMENTICIOS:

·         INFORMACIÓN OBLIGATORIA: 
-        Denominación de venta.
-        Lista de ingredientes.
-        Cantidad neta, para envasados.
-        Fecha de duración mínima o de caducidad.
-        Condiciones de conservación y utilización
-        Identificación de la empresa.
-        Lote.
-        Lugar de origen.

·         INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR:
-        Método de producción: pesca extractiva, aguas dulces o acuicultura o marisqueo.
-        Zona de captura o de cría.
-        Nombre comercial de la especie (y nombre científico para la trazabilidad).
-        Y además: (no en etiqueta):
ü  Por lotes: frescura y calibre.

Algunos pescados tienen un etiquetado un poco más específico a continuación mostramos algunos ejemplos:

1. Fresco.


2. Congelado.


3. Ahumado.


4. Deshidratado.



lunes, 11 de abril de 2016

Más vacas cerca de las ciudades y una industria láctea más poderosa

Para estar un poco actualizados sobre el sector lácteo os dejamos esta interesante noticia, esperamos que os guste

El fin de las cuotas de producción de leche eleva la producción, cambia la ubicación de las explotaciones y resta más capacidad de negociación a los ganaderos

El sector lácteo está viviendo una revolución sin precedentes a raíz del fin de las cuotas de producción que estuvieron en vigor desde finales de los ochenta hasta abril de 2015. Con la liberalización, la industria ha crecido, ha ganado importancia y el ganadero ha perdido casi toda su fuerza como cabeza de la actividad de producción.
Incluso desde antes del fin de las cuotas, los fabricantes de lácteos y derivados contaban con una posición casi de dominio ante un sector desorganizado y con un producto perecedero. Disponían, por ejemplo, de la capacidad para imponer o pactar precios o rutas de recogida, y la ejercían a pesar de la vigilancia y las multas de las autoridades de Competencia. Hoy, sin cuotas, ya no dependen de esos ganaderos en unos determinados territorios y tienen más libertad para decidir dónde adquieren la leche que necesitan en función de sus intereses y los de la gran distribución. Se está dibujando un nuevo escenario que reconfigurará el sector, desde el número de ganaderos hasta los tipos de explotación y ubicación de las mismas. 

Más producción 

Un primer efecto de la eliminación de las cuotas ha sido el incremento de los niveles de producción en España por encima del 6% de media (unos siete millones de toneladas). El aumento de la oferta en España y en toda la Unión Europea, junto con un desajuste de las previsiones de consumo frente a la demanda real, provocó a su vez una caída generalizada de los precios superior al 20% de media.

El hundimiento de las cotización de la leche echó por tierra todas las expectativas de la UE de un aterrizaje suave en el cambio de un modelo regulado a libre, lo que obligó a Bruselas a finales del pasado año a poner a disposición del sector una aportación extraordinaria de 420 millones de euros (25 millones para España) para paliar la crisis. A esta cifra se sumaron otras ayudas directas del Ministerio de Agricultura por valor de 20 millones. Sin embargo, ante la persistencia del problema, Bruselas ya trabaja en la puesta en marcha de una política de abandono voluntario de la producción, cuyo mecanismo está por decidir, junto a otras medidas, como duplicar hasta 218.00 y 100.000 toneladas el volumen de compras públicas de leche en polvo y de mantequilla, respectivamente, además de fondos para promoción y exportaciones.

Deslocalización de la producción

Un segundo efecto que está provocando la supresión de las cuotas es la deslocalización de la producción de leche desde muchas áreas tradicionalmente productoras del norte de España, especialmente de Galicia, hacia las explotaciones ubicadas en zonas más cercanas a los grandes puntos consumo, a las plantas industriales o a las plataformas de la gran distribución, donde se ahorran costes de transporte y logística. En 2015, según el Fondo Español de Garantía Agraria y el sindicato agrario COAG, la producción aumentó muy por encima del crecimiento medio anual (7,1%) en Andalucía, Castilla-La Mancha, Navarra, Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia, Cataluña y Baleares. Por el contrario, fue inferior en Galicia, País Vasco, Cantabria, Castilla y León y Asturias. Este fenómeno se está comenzando a ver en la cuota de participación de cada territorio en la producción nacional, donde Galicia llegó a contabilizar más del 40%, Castilla y León (13%), Cataluña (11%), Asturias (8%) Cantabria (7%). Estos porcentajes han experimentado ya los primeros ajustes en esas zonas productoras. Galicia, por ejemplo, ya está en el 37% y la tendencia es que siga bajando.

Menos granjas, más concentración

Un tercer efecto de la eliminación de las cuotas se refleja en el modelo de explotación, donde se prevé que habrá un aumento de la producción con menos granjas. Aunque el descenso de explotaciones ha sido constante en las últimas décadas, con la supresión de las cuotas se ha intensificado el proceso. En el último año se ha pasado de 17.000 a 16.325 explotaciones. De ese número, en Galicia se pasó de 9.606 a 9.079. También ha descendido el número en otras Comunidades Autónomas como Cantabria, Asturias y Castilla y León, mientras que en el resto de España la cifra prácticamente se ha mantenido estable o han aumentado ligeramente el número de animales para producción.
Desde la industria transformadora representada por la Federación de Industrias Lácteas, no se cree que la supresión de las cuotas vaya a provocar un cambio radical en la ubicación de las producciones. Tampoco lo cree Román Santalla, portavoz de Unións Agrarias, quien espera que la industria busque tener mucha estabilidad en el aprovisionamiento de leche, por lo que no se arriesgará a depender en exceso de estas granjas-factoría próximas a las plantas.

Cambio estratégico

Los productores recuerdan que durante años la industria argumentó que las cuotas impedían un mayor crecimiento del negocio y que ahora que la producción está liberalizada, esas mismas compañías alegan que hay un excedente de oferta y que es imposible comercializar toda la leche que se produce. Esta situación pone en evidencia la existencia de una industria dedicada simplemente a envasar e incapaz de dar una salida a la leche a través de productos transformados. Es un sector que se halla encadenado a un mercado de leche líquida donde la demanda doméstica ha caído en poco más de una década de cuatro a 3,3 millones de toneladas.

España vive como el resto de los Estados de la UE los problemas derivados de los precios, así como el comportamiento de la producción. Sin embargo, en la actual situación de excedente de oferta, bajos precios y falta de medidas para paliar la crisis, existe el riesgo de que los países más fuertes y con menores costes de producción como son los del norte y centro de Europa aguanten mejor la tormenta y pongan fuera del mercado a miles de productores de los países del sur.

domingo, 10 de abril de 2016

Quesos

TIPOS DE QUESOS:
  • Según su contenido en grasa:

    • Queso desnatado: requeson y queso fresco 0% materia grasa






    • Queso semidesnatado: cotagge y ricotta

    • Queso semigraso: mozarella y queso de Burgos






    • Queso graso: camembert y emmental




    • Extragraso: queso de cabrales y queso manchego




  • Según el proceso de elaboración:

    • Fresco: mascarpone y queso de burgos




    • Madurado: camembert y queso manchego


    • Fundido: emmental y gouda


    • Queso de suero: requeson y ricotta

    • Queso de pasta hilada: mozarella y provolone

    • Queso rallado o en polvo: parmesano y mozarella

  • Según el tiempo de maduración:

    • Tierno: queso tierno Garcia Baquero y queso tierno El Ventero



    • Queso aireado: queso de oveja iniesta manzanaro y queso bocado de la villa


    • Queso semicurado: queso villacenteno y queso semicurado Garcia Baquero


    • Curado: queso curado Entrepinares y queso curado Gran Capitán


  • Según la textura de la pasta:

    • Muy blanda: mascarpone y mozarella


    • Semiblanda: queso azul, y gorgonzola



    • Blanda: camembert y brie


    • Semidura: emmental y roquefort


    • Duro: queso manchego y queso grana pandano


  • Según la corteza:

    • Sin corteza: queso de Burgos y queso mascarpone


    • Con corteza seca: queso gouda y emmental


    • Corteza enmohecida: queso brie y camembert


    • Corteza artificial: provolone y queso edamm